Violencia contra las mujeres: una pandemia mundial sin atender

Por: Roselia Núñez

En El Salvador desde el 11 de marzo de 2020, día que se decretó cuarentena domiciliar obligatoria y hasta el 2 de junio del mismo año, 26 mujeres fueron asesinadas, 13 de ellas por sus parejas, según el Observatorio de Violencia contra las mujeres, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA).

El panorama internacional es muy parecido. En Argentina por ejemplo, 18 mujeres fueron asesinadas en los primeros 20 días de confinamiento, situación que se ha replicado en países como Perú, México, Brasil y Chile por mencionar algunos de Latinoamérica.

Europa y Asia no se alejan de estas cifras, lo que ha dejado en evidencia la ausencia de medidas gubernamentales en beneficio de las mujeres y en atender una realidad histórica que anualmente deja más de 87 mil feminicidios a nivel mundial.

El feminicidio, regulado como delito en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, es toda violencia de género extrema contra mujeres y comprende un conjunto de hechos misóginos que implican la violación de derechos humanos, culminando con el asesinato.

La preocupación actual de los gobiernos del mundo por proteger a la población contra la pandemia, ha obligado a las mujeres a quedarse en sus hogares donde muchas veces, conviven con parejas o familiares violentos.  Según la Fiscalía General de El Salvador, hasta el 10 de abril un poco más de 200 mujeres habían denunciado haber sufrido violencia de sus parejas.  La Procuraduría General la República registraba hasta el 14 de abril, 538 agresiones contra mujeres.

El peligro para las mujeres no solo está en la calle, el «quedarse en casa» para algunas ha significado convivir todo el día con su agresor, recibir ataques cibernéticos o ser testigas en redes sociales y en televisión de la naturalización de la violencia machista, dando paso a lemas como «la violencia machista no está en cuarentena», para recordar al Estado que la violencia contra las mujeres es una pandemia mundial que existe y sigue sin atenderse.

Mientras los gobiernos trabajan contra la propagación del COVID-19 y relegan a último plano, una vez más, la lucha por erradicar la violencia machista, ha sido clave la contraloría y el acompañamiento social y feminista para demandar respuestas de las instituciones responsables de fortalecer los mecanismos para erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres.

Ante esta realidad, la Red Feminista Salvadoreña frente a la Violencia contra las Mujeres (RED-FEM), lanzó el 14 de mayo un mecanismo de auxilio y alerta temprana, denominada APPFEM, una aplicación de descarga gratuita que brinda información sobre servicios de atención social, jurídica, de salud y policial.

La RED-FEM está integrada por la Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida (Las Dignas), la Asociación Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes (Las Mélidas) y la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz ORMUSA.

Violencia hacia las mujeres en la Universidad de El Salvador

Por. Astrid Lindo

Constantemente en nuestro entorno se van conociendo historias de mujeres que, sabiéndolo o no, están siendo víctimas de violencia por un hombre, un grupo de hombres o incluso de otras mujeres por su simple condición de ser mujeres.

Cuando hablamos de violencia lo primero que se nos viene a la mente es la violencia física y pensamos en mujeres muertas o con algún tipo de lesiones, de hecho no es poca la violencia física manifestada en nuestro país. Según datos de Medicina Legal, publicados en el Observatorio de Violencia de Género contra las mujeres, solamente en el 2016 hubo 520 feminicidios en el país, entre los cuales, 256 estaban en el rango entre los 18 y 40 años. La PNC. Para el mismo año, registró 1376 denuncias de violencia intrafamiliar, de las cuales 1219 eran hacia el sexo femenino y, en su mayoría, las denunciantes fueron mujeres entre los 18 y los 40 años. La Universidad de El Salvador no es ajena a esta situación en el país, e informalmente se ha sabido de casos de violencia física, sobre todo en estudiantes.

Aunque la violencia física es la más visible y más fácil de demostrar probablemente, hay otras formas de violencia que se ejercen constantemente contra la mujer, en un ambiente, como este, en el que los esquemas machistas están muy arraigados y, en diferentes grados, aún predomina una concepción de que las mujeres debe ocupar posiciones más bajas que el hombre y someterse a la autoridad del mismo.

El Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador, entre los casos de denuncias de violencia de género que ha acompañado y/o asesorado reporta 14 casos distribuidos en las diferentes instancias de la siguiente manera (ver tabla 1 y 2):

                                   

En el caso de la tabla 3, se registran menos tipos de violencias que número de demandas, es por la razón de que en cinco casos, se reportó como violencia laboral, que, de acuerdo a la LEIV es una modalidad de violencia, que implica varias de las mencionadas anteriormente, aunque en los casos presentados en este caso, no especifican qué tipo de violencia.

 

Otro elemento a considerar en esta tabla es que en varios casos se reportaron más de un tipo de violencia en la misma demanda.

Dado que el Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador no tiene entre sus atribuciones resolver demandas, su papel en estos casos es solamente de asesoría y/o acompañamiento. Según sus características, los casos son remitidos a las instituciones pertinentes.

Entre los años 2015 y 2016 la Defensoría de los Derechos Universitarios reporta solamente tres casos resueltos de demandas de violencia de género.

Si nos limitamos a los casos reportados, parecería que la Universidad de El Salvador es una institución muy pacífica y respetuosa de los derechos de las mujeres, considerando la enorme población que forma parte de la comunidad universitaria. Sin embargo, los datos presentados no son más que una mínima parte de una punta de un iceberg que no se termina de dimensionar debido al temor o desconfianza de muchas mujeres a denunciar las situaciones de violencia a las que son sometidas o, lo que es peor la cantidad de mujeres y hombres que ni siquiera tienen conciencia de la cantidad de violencia que se está generando en sus relaciones cotidianas, porque la han internalizado en su proceso de socialización como algo natural.

Para una persona observadora, solo basta dar una vuelta por el campus, escuchar reuniones de trabajo en algunas oficinas, reuniones de departamento, o de órganos de gobierno para escuchar expresiones misóginas o darse cuenta de como las participaciones de las mujeres, que son una minoría, son ignoradas o descalificadas por el simple hecho de venir de una mujer.

Con el fin de disminuir y en algún momento llegar a eliminar de las prácticas universitarias la violencia de género, es primordial que tanto hombres como mujeres tomen conciencia de las relaciones de violencia que se generan cotidianamente y de las leyes que protegen a las mujeres de ese tipo de violencia. También tienen que tener claras las instancias a las que pueden recurrir para obtener las ayudas respectivas tanto a nivel legal como psicológico u otros.

UES dedica Cátedra a las “Hermanas Mirabal y Prudencia Ayala”

Doctora Emma Polanco Melo, primera Mujer rectora de la “Primada de América”

Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana.  Fotografía: Roberto Genoves

En el marco de la inauguración de la Cátedra “Hermanas Mirabal y Prudencia Ayala” desarrollada el 31 de enero de 2019 en la UES, la Doctora Emma Polanco Melo, primera Mujer rectora de la “Primada de América” Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana ofreció una conferencia sobre el legado de las Hermanas Mirabal, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por órdenes del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo.

La cátedra organizada por el Centro de Estudios de Género de la UES se da en el marco del “Memorándum de entendimiento entre la Universidad de El Salvador y la Embajada de República Dominicana” y se concreta con el apoyo del grupo de estudio “Mujeres del Sur”, conformado por las académicas e investigadoras feministas Nidia Umaña, Ana María Minero, Silvia Matus, Candelaria Navas, Virginia Quintana e Irene Meléndez.

El objetivo de esta primera cátedra feminista en la Universidad de El Salvador es debatir sobre las luchas reivindicativas de las mujeres, la organización del movimiento de mujeres y feministas a nivel nacional e internacional que han sido un modelo para poder lanzar un trabajo a favor de los derechos de las mujeres salvadoreñas.

Los encuentros, abiertos a todo el público se desarrollaran una vez al mes con temáticas relacionadas a la situación de las mujeres en la economía, educación, política, derechos sexuales y reproductivos, derechos políticos, así como el arte, las comunicaciones y la cultura.

El nombre de la cátedra es en honor a Minerva, María Teresa y Patria Mirabal conocidas como «Las Mariposas», símbolo de la lucha feminista latinoamericana y de Prudencia, “asociada con la lucha de las mujeres salvadoreñas a poder elegir mujeres y emitir el sufragio también”, explica la Maestra Umaña. Prudencia Ayala es reconocida como la primera mujer que quiso ser candidata a la presidencia de El Salvador en 1930, aún sin ser reconocido el sufragio femenino.

Los temas de los encuentros han sido retomados “a partir de las fechas conmemorativas relacionadas con las luchas reivindicativas de las mujeres, lo que permite visibilizar y hacer una reflexión teórica y práctica política sobre dichos temas”, dice la coordinadora de la Cátedra Maestra Nidia Umaña.

 

 

CEG-UES presenta documento “Buenas prácticas para la Igualdad”

Texto y fotografía. Roselia Núñez

Directora del CEG-UES, Margarita Rivas, período 2012-2017

El Certamen Literario de cuento y poesía “La Flauta de los Pétalos” y el taller literario, este en la modalidad de programa de mentorazgo, ambos procesos desarrollados por el Centro de Estudios de Género de la UES se encuentran en el documento “Buenas Prácticas para la Igualdad”, publicado por el CEG-UES y la Red EQUALITY en septiembre de 2015. 

 El documento que expone 16 prácticas que pueden ser ejemplo de réplica por otras instancias que trabajan a favor de la igualdad, es producto del proyecto Fortalecimiento del Liderazgo Femenino de las Instituciones de Educación Superior y la Sociedad, EQUALITY, constituido por 18 universidades latinoamericanas, entre ellas la UES y 4 europeas, fue

En el documento, se conoce de las alianzas realizadas por cada institución para el desarrollo concreto de las estrategias, así como la metodología y la manera de cómo fueron implementadas para posicionar el tema de igualdad, así como los contactos de las personas que dirigieron el proceso para consultar al respecto.

El documento ha sido publicado con fondos del proyecto EQUALITY, financiado por el Programa ALFA III de la Unión Europea. Previo a la presentación del documento, la Directora del Centro de Estudios de Género Margarita Rivas, expuso sobre el proyecto EQUALITY, su objetivo, y estrategias para la creación y modernización de las unidades de género; y sobre la creación de planes de igualdad de género, acciones a través de las cuales se busca influir en la política pública para la transversalización del género.

Puntos a destacar

América Romualdo, Coordinadora de la Concertación Feminista Prudencia Ayala, quien comentó el documento destacó la importancia de retomar este “catálogo de iniciativas” para fortalecer las capacidades instaladas de la universidad en tema de igualdad y se refirió a cuatro acciones concretas como el protocolo contra el hostigamiento sexual en el ámbito universitario, creado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica que busca facilitar el procedimiento para interponer una denuncia por hostigamiento sexual y tramitarla dentro de las instancias correspondientes.

Así también, se refirió a la campaña de tuits contra la violencia de género de la Universidad de Alicante, la cual no requiere de muchos recursos económicos para poder ejecutarla dijo. Agregó que en el marco de la sostenibilidad de estas acciones es primordial “seguir haciendo cosas independientemente de que haya recursos o no, ya que pueden surgir ideas de colaboración” para poder ejecutarlos.

Para Romualdo, otras de las experiencias que pueden ser útiles para transformar la realidad de hombres y mujeres en cada uno de los espacios, es la creación de la cátedra de Estudios de la Mujer, por lo que es necesario continuar con el esfuerzo que ya existe en esta materia, dijo. Otro de los aspectos interesantes que resaltó fue el certamen Literario “La Flauta de los Pétalos” que a su juicio debe institucionalizarse como medio para “permear un poco la transversalización del enfoque de género”, agregó.

La socialización del documento se realizó en la Universidad de El Salvador a docentes de la UES y de universidades privadas, representantes de las organizaciones de mujeres del país, y otras mujeres que trabajan el tema de igualdad para que hagan uso del documento y repliquen las diversas acciones de acuerdo a las necesidades de su entorno.