Por: Roselia Núñez
Con el fin de brindar un aporte para el logro de la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres, a través de propuestas que fomenten una cultura de igualdad y respeto en la UES, la Red de Investigadoras en Diferenciales de Género del alma mater, con el apoyo del Centro de Estudios de Género desarrollaron la investigación “La Universidad de El Salvador como espacio de reproducción de la Violencia de Género»
Las investigaciones relacionadas con la violencia hacia las mujeres en el ámbito académico, se realizan desde hace años en países desarrollados, las que han permitido evidenciar que la violencia de género nace y se aprende en la sociedad, desde la infancia misma y se replica a lo largo de la vida, siendo las mujeres las más violentadas.
En ese sentido, es prioritario el abordaje de estos temas que trascienden y se reafirmar en muchos espacios como por ejemplo a través de la música, programas juveniles de televisión tanto nacional como internacional, las telenovelas, películas, programas infantiles, en las iglesias, en escuelas y colegios, es decir en todos los niveles de la sociedad las mujeres sufren de cualquier tipo y expresión de violencia.
De hecho, no es casual que a la fecha en El Salvador, haya más de 227 feminicidios (enero a julio de 2018, según datos de la PNC), sin que existan medidas concretas o efectivas encaminadas a erradicar este grave problema. De acuerdo a la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) quien presentó la Encuesta Nacional de Violencia Contra la Mujer 2017, 67 de cada 100 mujeres reportaron haber sido agredidas alguna vez durante su vida. De estas, 34 fueron agredidas en los doce meses previos a la encuesta.
Asimismo, los datos de la DIGESTYC indican también que el ámbito donde se presenta mayor prevalencia de violencia contra la mujer es el público, principalmente la comunidad, seguido del ámbito educativo y laboral. Mientras que la prevalencia de violencia en el hogar es mayor cuando la mujer inicia una unión conyugal o relación de pareja, inicia la primera relación sexual o tiene su primer embarazo antes de los 15 años.
En la investigación se analizaron los tipos y expresiones de violencia de género que se reproducen dentro del campus, así como los espacios y agentes reproductores de la violencia; al igual; que las causas que contribuyen a la reproducción, los resultados permitirán “delinear una propuesta para el abordaje de la problemática de violencia dentro del alma mater, una institución que de acuerdo a la investigación, no escapa a los sistemas heteropatriarcales y machistas”, dice la coordinadora de la investigación, maestra Ángela Rodríguez, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UES.
La consulta universitaria fue realizada a mujeres y hombres docentes, estudiantes, organizaciones estudiantiles, sindicatos, jefaturas y autoridades universitarias del campus central y Facultad Multidisciplinaria de Oriente, entre febrero y abril de 2018, se encuestó a 655 personas con un error muestral del 3.0% y un nivel de confianza del 98%. Para lograr un mayor contraste de la información se realizaron entrevistas, talleres y grupos focales con representantes de todos los sectores de la comunidad universitaria.
Los resultados arrojaron que en la UES se reproducen los siete tipos de violencia que contempla la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV), pero, las más frecuentes son la violencia psicológica y emocional con un 65.75% y la sexual en un 15.53%, además se encontró que son las mujeres con un 64.82% las que sufren más violencia de género en el recinto universitario; seguidas por la población LGBTI en un 34.66% y por los hombres en 18.52%.
A nivel de país los datos de la encuesta de la DIGESTYC arrojaron que en el caso de la violencia psicológica 5 de cada 10 mujeres la ha tenido en algún momento a lo largo de su vida y 2 de cada 10 en los últimos 12 meses, también arrojaron que en relación a la violencia sexual, 4 de cada 10 mujeres manifiesta haberla experimentado a lo largo de su vida, y solo 1 de cada 10 mujeres durante los últimos 12 meses. De ahí que si contrastamos los datos, Universidad y país, evidenciamos que la Universidad es solo una muestra de lo que la sociedad y el país representa en el tema de violencia.
Los espacios donde mayormente se reproduce la violencia en la UES, son las aulas 41.69%, cubículos 14.58% y oficinas un 10.02%, lo que contrasta con los datos que la DIGESTYC presentó a nivel nacional, en cuanto a la violencia que sufren las mujeres en sus hogares y en los espacios laborales y educativos.
Sobre las causas generadoras de la reproducción de la violencia de género, las personas consultadas dicen que se debe a las relaciones existentes de poder; aunado al desconocimiento de derechos por parte de la comunidad universitaria, el miedo, entre otras, otras condiciones que contribuyen a la reproducción de la violencia “son la indiferencia de la comunidad universitaria, los espacios solitarios y el desempeño de la seguridad del personal universitario, como los más determinantes”.
Formalmente en la Universidad se cuenta con marcos normativos a favor de las mujeres, como son la Política de Equidad de Género, el Primer Plan de Igualdad de Género y el Reglamento Disciplinario. Este último en su artículo 11 literal “p”, contempla como infracción grave la figura del acoso sexual, entendido como “las conductas inequívocas tendientes a obtener una relación sexual, manifestada en acechos o tocamientos rechazados por la otra persona, o promesas de promoción de una asignatura, o la obtención de un beneficio académico o administrativo a cambio de la concesión de un favor sexual…”, sin embargo no se encuentran tipificadas todas las expresiones de violencia que define la LEIV,
Los resultados de la investigación revelan que “pese a la vigencia de un marco normativo nacional y al interior de la UES sobre los derechos de las mujeres, a nivel de la comunidad universitaria no se tiene mayor conocimiento de las mismas, tampoco de las instancias internas responsables de la implementación de la legislación, así como del procedimiento a seguir para interponer una denuncia”.
Bajo estas premisas, se evidencia que hay retos importantes que deben superarse para mejorar esta situación de violencia de género y que son claves para ir erradicándola, comenzado por homologar toda la legislación universitaria con las leyes nacionales; crear unidades especializadas para la atención de violencia de género dentro de la UES en todos sus campus; así como crear campañas de difusión sobre los derechos de la población estudiantil y para dar a conocer las instancias encargadas de atender denuncias, concluyen las investigadoras.
Al mismo tiempo es preciso sensibilizar y capacitar a todo al personal encargado de atender las denuncias dentro de la UES, como Asamblea General Universitaria, Consejo Superior Universitario; Defensoría de los Derechos Universitarios, Rectoría, Juntas Directivas, Fiscalía, entre otras instancias.
Impulsar estas y otras acciones dicen las investigadoras de la Red de la UES, “permitirá que la Universidad se encamine a generar un ambiente propicio para el desarrollo de toda su comunidad, dando muestras de que una sociedad más justa e igualitaria es posible”.
La investigación fue realizada por un equipo de investigadoras representantes de las Facultades de Derecho, Facultad Multidisciplinaria de Oriente, Ciencias Económicas y el Centro de Estudios de Género en el marco de la “Red de Investigación en Diferenciales de Género en la Educación Superior Iberoamericana”, a la que se sumó la Universidad de El Salvador en 2017.