Observatorio Manuela, una herramienta de contraloría y seguimiento

En febrero de 2008, Manuela, una mujer de una comunidad rural de El Salvador, sufrió una complicación obstétrica, se violó su derecho de confidencialidad y fue condenada injustamente a 30 años de cárcel. Dos años después, falleció por un cáncer linfático que no fue atendido de manera oportuna y adecuada.

Texto y fotografía: Cristina Argueta

A 3 años de la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos del Caso Manuela y otros vs El Salvador, el Estado aún no ha cumplido en su totalidad, las medidas de reparación y preventivas para evitar casos similares al de Manuela.

Por ello, el pasado 5 de diciembre de 2024, Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, en colaboración con Colectiva Feminista y el Centro de Derechos Reproductivos, anunciaron el Observatorio Manuela. Un espacio virtual donde puede consultarse desde los recursos legales del caso, hasta el estado general de cumplimiento de las medidas de reparación relatadas en la sentencia.

Actualmente, de las cuatro medidas de satisfacción del caso, solo tres de ellas han sido parcialmente cumplidas, y de las siete garantías de no repetición, solo tres han sido cumplidas de manera parcial. Entre las que aún no se cumplen, se encuentra la realización de un acto público donde el Estado reconozca su responsabilidad en la violación de los derechos humanos de Manuela.

Las representantes de la Agrupación Ciudadana resaltan su preocupación por la falta de cumplimientos de las medidas y garantías establecidas en la sentencia, especialmente por la agenda que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, está promoviendo en los espacios sociales y educativos.

“Los ultra conservadurismos son una respuesta a todos los avances, también en materia de derechos humanos, derechos sexuales y derechos reproductivos que los movimientos ­­­—sobre todo el movimiento feminista— ha logrado a lo largo de todos estos años”, dijo Alejandra Burgos, teóloga, activista feminista de Agrupación Ciudadana.

En 2017, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas recomendó al Estado salvadoreño la despenalización del aborto en todas sus formas, pero sigue sin tomarse en cuenta.  Durante el régimen de excepción, ha aumentado el número de mujeres condenadas por complicaciones obstétricas. El caso de Dina Hernández es uno de los más destacados, quien fue injustamente acusada y condenada por agrupaciones ilícitas con 8 meses de embarazo. Poco después, su hijo murió bajo custodia del Estado. Actualmente se encuentra emitida su orden de liberación, pero no se ha hecho efectiva.

Para Virginia Lemus, filósofa e investigadora en derechos humanos, para avanzar en materia de Salud Sexual Integral en el país, es importante actualizar el currículo educativo público, que datan desde el 2004, así como el tipo de atención y trato que se da a todas las personas en el Sistema de Salud Público.

En los últimos 40 años, la Universidad de El Salvador ha trabajado por crear espacios de aprendizaje en favor de la igualdad, entre sus logros se destaca la implementación en 2019, de la primera Maestría a nivel nacional en Estudios de Género, a través de la cual diferentes profesionales, de diversas áreas, tienen la oportunidad de formarse en estudios de género y derechos humanos de las mujeres.

En el observatorio Manuela, se prevé que también albergue los dictámenes de la sentencia del caso Beatriz, que aún está en espera. Para acceder al Observatorio Manuela ingrese al link: https://www.observatoriomanuela.com/home-manuela/

Línea del tiempo hacia la igualdad en la Universidad de El Salvador

 

En los últimos 40 años (1984-2024), han sido muchas las iniciativas desarrolladas en la Universidad de El Salvador en favor de la igualdad. El logro más reciente, lo establecen la entrada en vigencia del Reglamento para la prevención, detección y erradicación de todas las formas de violencia de género contra las mujeres en la Universidad de El Salvador, aprobado en la Asamblea General Universitaria (AGU), el 24 de mayo de 2024.

Este Reglamento entró en vigencia el 5 de noviembre de 2024. El objeto de esta normativa es implementar medidas de detección, prevención y atención sobre toda forma de violencia basada en género, con el fin de educar a la comunidad universitaria sobre el respeto de los derechos humanos, que se aplicará en beneficio de las mujeres, sin excluir otros grupos en condiciones de vulnerabilidad que sea parte de la comunidad universitaria.

De igual manera, comienza a aplicarse el Procolo de actuación ante casos de violencia de género en la Universidad de El Salvador, aprobado por el Consejo Superior Universitario (CSU), el 24 de octubre de 2024.

Lo que se busca con este protocolo es mejorar la calidad de la atención a las mujeres víctimas de VBG, y evitar la revictimización en los procesos de atención de denuncias dentro de la Universidad de El Salvador, así como habilitar espacios de atención especializada e integral, con enfoques de género y Derechos Humanos.

Ambos instrumentos, en cumplimiento al artículo 21 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, que mandata a las Instituciones de Educación Superior “reglamentar internamente las acciones de detección y prevención de toda forma de violencia contra la mujer”.

En septiembre de 2018, el Centro de Estudios de Género presentó a autoridades de la UES, una propuesta de instructivo para la Atención de casos de Violencia de Género y de protocolo de atención a mujeres víctimas de violencia en la UES, elaborados por el Centro de Estudios de Género y referentes de género de la UES, con el apoyo de la Comisión de Género de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, remitidos al CSU para su revisión y aprobación.

En julio de 2019, la Comisión Disciplinaria y de Conflictos del CSU remite a la AGU ambos instrumentos. En ese marco, la AGU periodo 2021-2023 propuso la creación de una Comisión Ad Hoc en la que participaron representantes de la Comisión de Género de la AGU, Fiscalía Universitaria, Defensoría de los Derechos Universitarios, y Centro de Estudios de Género. El documento elaborado por la comisión Ad Hoc fue remitido a la AGU periodo 2023-2025, para su revisión y aprobación.

En los últimos 40 años (1984-2024), han sido muchas las iniciativas desarrolladas en la Universidad de El Salvador en favor de la igualdad. El logro más reciente, lo establecen la entrada en vigencia de las normativas.

Ambos instrumentos, en cumplimiento al artículo 21 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, que mandata a las Instituciones de Educación Superior “reglamentar internamente las acciones de detección y prevención de toda forma de violencia contra la mujer”.

Camino hacia la igualdad en la Universidad de El Salvador

La Universidad de El Salvador fue fundada el 16 de febrero de 1841. Más de 40 años después de su establecimiento, ingresó como estudiante Antonia Navarro Huezo, quien sentó un precedente en la historia académica de El Salvador e Iberoamérica, al graduarse de ingeniera topógrafa en septiembre de 1889 y convertirse en la primera mujer salvadoreña en obtener un título universitario.

Redacción: Roselia Núñez

El acceso de las mujeres a los espacios públicos en iguales condiciones ha sido una constante en la lucha feminista, que desde sus inicios han demando la igualdad de género y la no discriminación de las mujeres en todas las áreas de la sociedad, dando paso a importantes instrumentos y acuerdos sobre los derechos de las mujeres.

Con la institucionalización en 1975 del 8 de marzo como día Internacional de la Mujer por la Organización de Naciones Unidas (ONU), se dio paso a una diversidad de iniciativas en el continente.

En los años ochenta se produce un arduo proceso de institucionalización de programas feministas en el interior de las universidades públicas de México, Brasil y Venezuela, entre otros países latinoamericanos.

En El Salvador, académicas feministas reconocen la importancia de estos espacios y abren el camino a otras mujeres.  Es así como en 1986 surge en la Universidad de El Salvador, el Movimiento de Mujeres Universitarias, en 1988, la Unidad de la Mujer Universitaria y en 1991 la Secretaría de Estudios de la Mujer, que funcionó hasta finales 2003.  Un año más tarde, surge el Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador.

Ese año, la Universidad de El Salvador era dirigida por la doctora María Isabel Rodríguez, quien fungió como rectora de 1999 a 2007, siendo la primera mujer en ostentar ese cargo. En ese marco, las maestras Fidelina Martínez Castro y Margarita Rivas, presentaron a la doctora Rodríguez el proyecto de creación de una Unidad que promoviera acciones en favor de las mujeres universitarias. Idea que se concretó por acuerdo del Consejo Superior Universitario el 26 de agosto de 2004.

Fidelina Martínez Castro, fundadora del y directora de la Unidad de 2004 a 2007, habla que al principio vieron importante “impulsar la educación ya que era evidente en la Universidad, el desconocimiento de la teoría de género. Otro de los aspectos importantes fueron las investigaciones para profundizar sobre las situación y condición de las mujeres en la institución”.

Tomando en cuenta que el Centro es creado sin presupuesto, “nosotras teníamos dentro del cúmulo de tareas, que hacer gestión propia que nos permitiera contar con fondos para implementar diplomados, talleres e investigaciones”.

La conformación del Centro implicó diversos retos, incluyendo la asignación de un espacio digno, personal, así como la búsqueda de alianzas con diversas organizaciones para su funcionamiento, ya que la Unidad es creada sin presupuesto.

Entre sus logros, se destaca la creación del proyecto de una Política de Equidad de Género de la UES, aprobada por el Consejo Superior Universitario en 2007, encaminada a la institucionalización de la perspectiva de género al interior de la Universidad, a fin de erradicar del contexto universitario todas las prácticas discriminatorias hacia las mujeres.

Fidelina Martínez Castro, fundadora y directora del Centro de Estudios de Género de 2004 a 2007, recuerda que en principio vieron importante impulsar tres áreas: educación, investigación y gestión.

La educación era prioritaria “porque era evidente cómo en la Universidad se desconocía sobre la teoría de género, ya que la mayoría de docentes minimizaban y se burlaban cuando se les hablaba del tema”.

En su evolución permanente, en 2008 la entonces directora Marlene Lozano, incorpora el área de Comunicación y Género, “para llegar a la comunidad universitaria y llevar el principio de igualdad y equidad a todos los sectores de la Universidad”, por lo que se impulsaron espacios de difusión tradicionales como la revista impresa Atenea, cuadernos educativos, boletines, la revista radial Atenea.

Para ese momento, las redes sociales no tenían el auge de ahora, pero se trabajó con la difusión de acciones en favor a de la igualdad, a través de un blog, que posteriormente pasó a ser página web. En la actualidad se han sumado, un canal de Youtube y las redes sociales Facebook, Instagram y LinkedIn.

En abril de 2014 y con acuerdo de Rectoría fue creado el Primer Plan de Igualdad de Género, con el fin de institucionalizar la Política de Equidad de Género, fortalecer el trabajo del Centro de Estudios de Género, y cumplir con los compromisos adquiridos por la Universidad a través de convenios, cartas de entendimiento y proyectos en favor de la igualdad.

Margarita Rivas, quien dirigió el centro de 2012 a 2017, comenta que el plan se trabajó en talleres con mujeres sensibilizadas de las diferentes facultades de la Universidad, el cual resalta la importancia de hacer mas visible la necesidad de potenciar la igualdad de género en la Universidad. Ello, debido a que “todavía hay facultades que están tremendamente masculinizadas y otras tremendamente feminizadas”, agrega.

En la gestión de la Margarita Rivas, se realizaron cinco certámenes literarios de cuento y poesía, dando lugar a la publicación de dos cuadernos literarios, para visibilizar los aportes de las mujeres en las letras, como estrategia de empoderamiento y promoción de la igualdad en la Universidad.

Así también se impulsó la elaboración del mural de mujeres emblemáticas donde han sido plasmados los rostros de la Doctora María Isabel Rodríguez, primera mujer rectora de la Universidad de El Salvador; Antonia Navarro, primera mujer graduada de la Universidad de El Salvador y Prudencia Ayala, escritora y activista social salvadoreña que luchó por el reconocimiento de los derechos de las mujeres en El Salvador.

Para 2017, con el cambio de autoridades universitarias que cada cuatro años son electas, llega Danilo Ramírez a la dirección del Centro de Estudios de Género, quien da continuidad a los programas académicos que han contribuido al avance de la igualdad en la Universidad, como diplomados, talleres, cursos, seminarios y foros, e impulsa otros espacios como las cátedras Hermanas Mirabal, los congresos de igualdad, así como la actualización de la Política para la Equidad de Género de la UES.

El actual director Danilo Ramírez, recuerda que cuando asumió la dirección del centro el entonces rector Roger Arias, le planteó la idea de ampliar el trabajo de la Unidad teniendo como “prioridad siempre a mujeres, pero también vamos a atender a la diversidad sexual y genérica que hay en la Universidad… así como la sensibilización a los hombres, es por eso que empezamos a trabajar con el tema de las masculinidades”, dice.

Algunos de los logros que se pueden apuntar en la gestión del maestro Ramírez, está la apertura de cuatro ventanillas de atención a mujeres en situación de violencia ubicadas en: Bienestar Universitario, Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias y Humanidades y Centro de Estudios de Género, esto como parte del proyecto Ciudades Inclusivas y Libres de Violencia para las Mujeres, impulsado en la UES por Colectiva Feminista para el Desarrollo Local.

Después de varios intentos, en 2019 se concreta un nuevo paso en favor de la igualdad en la Universidad y en el país, con la creación de la Primera Maestría en Estudios de Género, inaugurada oficialmente el 17 de septiembre de 2019, por lo que la UES se coloca a la par de Universidades como la USAC de Guatemala y UCR de Costa Rica, que a nivel regional cuentan con espacios de formación en estudios de género en pre y post grado.

En el estudio de la Red de Investigadoras en Diferenciales de Género, denominada contribución desde la Universidad de El Salvador al avance de la igualdad de género, realizada en 2021, las expectativas respecto al programa de maestría es que fortalezca las habilidades técnicas de profesionales para el uso de herramientas de transversalización del enfoque de género, se generen esfuerzos que permitan difundir el pensamiento feminista y la teoría de género en la comunidad académica, se impulsen investigaciones y artículos académicos que apoyen las propuestas en políticas públicas.

Sin duda, han sido muchas las iniciativas desarrolladas en la Universidad de El Salvador en favor de la igualdad, lo que ha contribuido a que la comunidad universitaria fortalezca sus conocimientos en materia de derechos de las mujeres. Sin embargo, el reto es que estos procesos lleguen a todos los sectores de la Universidad. El camino está abierto, sostenerlo y ampliarlo es responsabilidad de toda la comunidad universitaria.

Nota: Este artículo se basa en testimonios de Fidelina Martínez Castro, Margarita Rivas, Marlene Lozano y Danilo Ramírez, retomados del documental “Camino hacia la Igualdad en la Universidad de El Salvador”, que narra desde la memoria de sus ex directoras y director actual, los aportes de las mujeres en la Universidad de El Salvador, por hacer cambios en favor de la igualdad.

 

Resistencia de las mujeres

Homenaje a las mujeres, en el 8 de marzo, «Día Internacional y Nacional de las Mujeres”

Por: Fidelina Martínez Castro

Fundadora del Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador

Muchas mujeres en el pasado se resistieron al sometimiento del dominio patriarcal en casi todos los ámbitos de sus vidas; por su osadía fueron sacrificadas, ignoradas, vilipendiadas y en muchos casos hasta asesinadas, ejemplo de ello son las muchas mujeres denominadas brujas que por sus valientes posturas y conocimientos herbolarios, las asociaban con alguna creación maligna y que el santo oficio creado en 1478 por los reyes católicos, las condeno a la hoguera, fueron muchas las mujeres torturadas y sacrificadas por no acatar los mandatos patriarcales que la religión católica les imponía.

Otro caso relevante fue el de la Filósofa Hipatia asesinada por un clericó católico en Alejandría en el mes de marzo del año 415, su pensamiento científico y filosófico lo consideraron peligroso para los designios religiosos; el sistema patriarcal ha sometido a las mujeres mediante la fuerza y para nada ha utilizado la razón para valorarlas como iguales.

También ilustra lo referido, la francesa Olimpia de Gouges autora de la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana” en 1791 quien, lamentablemente, es poco mencionada por los historiadores del siglo XVIII, quienes generalmente relatan sobre  los principios de la Revolución francesa (Libertad, Igualdad y Fraternidad), pero obvian mencionar que fue Olimpia quien abogó por que también se  reconociera a las mujeres como sujetas de esos derechos, eso y otros razonamientos fueron justificante pera asesinarla en la guillotina en 1793.

En todas las ideologías políticas, sean de izquierda o de derecha, a las mujeres no se consideran equivalentes a los hombres y mucho menos en las concepciones y prácticas religiosas, en los discursos hablan de derechos y teóricamente hablan de libertad, respeto e igualdad, pero son atributos solo reconocidos en el trato entre ellos; a las mujeres se nos niega la libertad individual incluso de decidir sobre nosotras mismas y en muchos lugares del mundo también la libertad social, se inmiscuyen hasta en la forma de vestir, cuando y con quien deben tener descendencia, a las mujeres se les ve como objeto y no como personas y los hombres creen que ellas son de su propiedad, por lo que aprovechando su fuerza física las maltratan e incluso llegan a asesinarlas, en nuestro país El Salvador se dan muchos de esos casos.

Las anteriores ilustraciones son breves reflejos de como el patriarcado a través de la historia ha tratado y tratar a las mujeres, pero además proyecta la tenacidad que ellas han tenido, para desarrollarse.

Nadie puede negar que nos costó mucho acceder a la educación, al trabajo remunerado, a los derechos políticos y a todo lo que signifique y dignifique nuestra indiscutible calidad humana.

Es por lo que las mujeres no debemos permitir que todo el esfuerzo realizado por nuestras ancestras quede borrado, olvidado o distorsionado y solo quieran vernos en los papeles tradicionales, que no son malos, cuando nosotras los elegimos, de madres, esposas y comparsas en los tinglados para los hombres, sin mayor protagonismo sobre todo cuando se trata de tomar decisiones importantes.

Tampoco debemos permitir que se nos utilice en controversias que nada tienen que ver con nuestros genuinos intereses, por el contrario, debemos abogar por demandas salidas y trabajadas por nosotras como las que presentan organizaciones autónomas feministas y de mujeres, sabemos que no es, ni será fácil pero no debemos perder la constancia demostrada por muchas valientes mujeres, porque nuestra lucha debe continuar.